La iglesia de San Miguel tiene un interesante retablo barroco. La Ermita de la Virgen de la Estrella. Barroca, siglo XVIII.
Ocupando un pequeño cerro de forma algo alargada al lado de la carretera que une Medina y Olmedo, se encuentra esta población a 50 km de la capital. Uno de sus atractivos son las buenas panorámicas que se ofrecen desde la Ermita de la Virgen de la Estrella.
Se encuentra a un kilómetro al norte de la población ocupando un pequeño cerro donde las vistas en días claros son preciosas. Es un edificio barroco del siglo XVIII, en ladrillo con una nave cubierta de techo plano y una cúpula sobre pechinas con yeserías en el crucero. Es el lugar donde se guarda la imagen de la Virgen, además de tener un magnífico retablo neoclásico del siglo XVIII.
Ya en el pueblo, se ubica la Iglesia de San Miguel, también del XVIII, de ladrillo y de estilo barroco. Las tres naves se cubren con bóvedas de cañón con lunetos, mientras que el crucero tiene una de arista con yeserías. Destaca, aparte de su esbelta torre, la imagen del santo sobre una pequeña hornacina a la entrada del templo.
Sus dos fiestas más importantes se dedican a los dos titulares de sus edificios más destacados, San Miguel y la Virgen de la Estrella. Las primeras son el 8 de mayo, con verbenas y juegos tradicionales como la petanca y la calva. Las de la Virgen son el 8 de septiembre con una populosa romería hasta la ermita. Existe una posada de turismo rural, lugar idóneo que nos permitirá disfrutar no sólo de la localidad, sino también de sus alrededores formados en su mayoría por pinares.